The Opposite of Rojo

Este año ha sido el Año del Camaleón para mí. Estoy haciendo todas aquellas cosas que el viejo Rojo no habría hecho antes (ojo que el viejo Rojo es completamente distinto a The Bizarro Rojo).

- Me decidí de una buena vez a coger mi mochila y viajar solo. Y descubrí que me gusta mucho esto de viajar, me encanta ver paisajes, tomar fotos, pero sobre todo es increíble descubrir lo amable que puede ser la gente que vive en la provincia. Conversar un poco con ellos es adentrarse un poco en su mundo, y darse cuenta que no sólo existe la realidad de nuestra cochina ciudad sino otras realidades distintas, donde dicho sea de paso, me sería útil saber el quechua (asignatura pendiente). Plus: conocí nuevos amigos, los Hermanos de la Montaña (de ellos hablaré en otro post).

- Entré al gym (por fin), después de muchos años de llevar una cómoda y ociosa vida de intelectual, sepultado entre libros, videojuegos, DVDs y CDs. ¡Ya era hora! Había que alejar a The Bizarro Rojo.

- Vencí la animadversión que le tenía a Harry Potter (siempre estuve del lado de LOTR) y me leí los 6 libros. Ahora soy un converso.

- Hice rappel.

- Aprendí a jugar algo de FIFA y no sólo estar metido en juegos de aventura o acción.

- Fui mordido por una araña genéticamente alterada y ahora me columpio todo el día por los edificios de la zona empresarial de San Isidro. Para salir de ahí tengo que tomar combi. Qué le queda a este superhéroe en una ciudad bajita.

Esta semana, además, gracias a una amiga descubrí que tengo que ponerme en contacto con otro aspecto no explorado de mi persona: ¡ver deportes!. Hace unas horas hice un poco de zapping por los canales de cable. Conclusión: me quedo con ESPN, no pasa nada con el canal 3 (discúlpenme los hinchas, pero hablar de fútbol nacional es como hablar de la marina boliviana).

Ah, me olvidaba: después de muchos años soñando con escribir algo, descubrí esto de los blogs (¡gracias J!).