sábado, octubre 27, 2007

La Tienda de la Carreta: No vuelvo más a esa porquería de restaurante

Después de mi terrible experiencia en el Balthazar, estaba seguro que no me podía suceder nada peor, al menos no en la misma semana.

Craso error. Se me ocurrió ir el viernes a "La Tienda de la Carreta", una suerte de spin-off del restaurante la Carreta. Había ido a almorzar a este lugar hace poco más de un mes y en aquella ocasión todo había ido bien con los tallarines al pesto con apanado que pedí, incluso el servicio fue bastante bueno. Pero (porque siempre hay un pero), esa vez había ido un día miércoles.

Pues bien, este viernes, para empezar, nos atendieron como 80 mozos distintos, porque al mozo asignado a mi mesa sólo lo vimos una vez y nunca más volvió. Pedimos una empanada de entrada y dos lomos con papas fritas... y los lomos estaban FRÍOS. Le dije esto a uno de los mozos y se los llevó, me imagino que a traer otros distintos o al menos a calentarlos de nuevo (en la parrilla, porque supuestamente era lomo a la parrilla). Mientras tanto, pedí que me trajeran salsas ("cremas" para los que prefieran esa palabra) y tuve que repetírselo a todos los mozos porque NINGUNO me las traía. Y la hora pasaba.

Cuando el mozo N regresó con los lomos, notamos que eran los mismos (porque ya los habíamos cortado) y que tenían un poco de grasita encima, como si los hubieran puesto en una sartén o algo así. Pero este no fue el problema más grande. Los lomos estaban bastante secos, duros, y fue en ese instante que, analizándolos bien, nos dimos cuenta que esos trozos de suela de zapato no eran lomo ni aquí ni en la China. Más parecían bistecks (y si quieres aprender a diferenciar los cortes de carne, te aconsejo que vayas a un supermercado de vez en cuando).

Y cuando ya pensábamos que las cosas no podían ir peor, se nos ocurre comentarle a la administradora/dueña/bruja del local sobre nuestros platos, y la vieja, ofendidísima, nos dijo que ahí todo se hacía a la parrilla, con carne A1 y que si no nos gustaba entonces se llevaba el plato. Y se lo llevó. Y no hubo ningún "disculpen", ni un solo "de repente puedo ofrecerles otro plato" y ni un "les traigo lomos de verdad".

Por si se estaban preguntando que pasó con las salsas, sí llegaron. Siglos después de que las había pedido, uno de los tantos mozos se apareció con un platito lleno de ketchup, mostaza y mayonesa en SACHETS. EN SACHETS. QUÉ NACOS.

Sí, es cierto, los días viernes los restaurantes suelen llenarse más que de lunes a jueves, pero se supone que un restaurante debe estar preparado para atender a la gente igual de bien todos los días, y más importante aún, mantener la calidad de la comida.

Vieja, no vuelvo a tu local nunca más. QUÉ ASCO.

Pardo's Chicken Corazón!


PD: Como también se demoraban mil años en traer la cuenta por la empanada y las chichas, le preguntamos a uno de los mozos el número de mesa y terminamos yendo a la caja a pagar. QUÉ PORQUERÍA DE SERVICIO!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermano a usted si le pasan una vainas...

Por acá tampoco cantan mal las rancheras.. te encuentras unos lugares igual o peores a esos... que dan ganas de agarrar a patadas a los adeministradores o dueños del local...

Mariella Villanueva dijo...

El blog del rojo se ha vuelto el nuevo ZAGAT GUIDE.

Pili Chuez dijo...

OYE! yo fui hace unos dias (o un mes?) y estuvo buenazo!!!

Dragón del 96 dijo...

Como que es comun que los sitios "aparentemente" buenos no lo son después de todo.

Me decepcioné del Patagonia hace tiempo por dos malos servicios y no vuelvo más.

Slaudos.

Dinorider d'Andoandor dijo...

:S

vaya! deberías poner en la barra lateral un "El Rojo comió en...." para saber entonces donde nos exponemos a malas experiencias!

A veces pasa, una vez me pasó y dejamos todo

Mars dijo...

Porque hablas en plural ??


:S

Anónimo dijo...

Si es una vieja rubia y amargada no es la dueña es la hermana del dueño y si les confirmo es una BRUJAZAAAA ...