Con una temperatura promedio de 15º, una humedad del 88% y un cielo de mierda, nuevamente soy recibido por mi amada/odiada Lima, quien como siempre, no me da ninguna bienvenida espectacular sino que me trata como un limeño más. Pero así son las ciudades grandes, no? Nada de preferencias.
Pero Lima, podría tolerar tu indiferencia si sólo fuera indiferencia. Pero no, de repente tú, pasas de la indiferencia al insulto y me atacas con tus sucias calles, tu asfixiante tráfico, combis paradas sobre los cruces peatonales escupiendo el tacatán del reggaetón a todo volumen, el ruido de las bocinas, obreros rompiendo calles sin necesidad aparente y todo ese tipo de cosas que hacen que alguna gente termine como Michael Douglas en Un Día De Furia.
Felizmente, no todo es malo down on the barrio. Mi adorada Magdalena (pero muero por Susana) me recibe ya sin esos horripilantes afiches de las 1000 espeluznantes caras de Vanessa Robbiano (en serio, mejor hacían como en los afiches de Benetton y quedaba de la refurinfunflais). Y los sanguchitos de la San Antonio están tan sabrosos como siempre.
El pronóstico para mas tarde mejora. En un rato iré a ver por fin Piratas del Caribe 3 en función matineé (Recuerdan aquellos años en que en los cines sólo había matineé. vermouth y noche? Recuerdan? No? Caray, sí que soy viejo). Luego en la noche me reuniré con la gentita de la Looneyversidad en lugar aún no determinado. Y mañana? Mañana me espera otro ajetreado día.
Lima, estoy de vuelta, pero sólo por pocos días. Aprovéchame.
Nota: Si se preguntan por qué no pongo fotos, es porque aún no me animo a sacar mi cámara en esta pestífera urbe. Vamos a ver si agarro confianza.
viernes, junio 29, 2007
Mr. Red En La Ciudad
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Yo vivo en una ciudad...
martes, junio 26, 2007
Las Instantáneas Del Rojo (1)
Dado que el trabajo se ha encargado de tragarse toda mi inspiración estos días, y puesto que no deseo dejar el blog tan triste y abandonado - y de paso, porque quiero mostrar un poco de lo que hago en mis ratos libres - es que hoy inauguro este espacio (tu espacio, nuestro espacio) dedicado a esos momentos que he logrado capturar en fotos. Trataré de publicarlo al menos una vez por semana, pero como ya saben, soy medio olvidadizo, así que espero que como público culto y sensible tengan la amabilidad de recordármelo. Sale?
Los dejo con la primera instantánea. No es una de las primeras que tomé mientras volaba camino a Cajamarca (o de Cajamarca a Lima) pero sí es una de mis favoritas.
Los dejo con la primera instantánea. No es una de las primeras que tomé mientras volaba camino a Cajamarca (o de Cajamarca a Lima) pero sí es una de mis favoritas.
En las nubes - 17 de noviembre del 2006
jueves, junio 21, 2007
El Rojo vs. El Tae-Bo
El día que fui concebido, los dioses me dotaron de ciertos superpoderes, tales como la capacidad para comer entrada, segundo y postre en menos de 5 minutos y el poder para entender la trama de Lost; a cambio decidieron quitarme todo tipo de habilidad psicomotriz. Por eso toda mi vida he sido un desastre a la hora de mover el esqueleto; por eso odiaba que pusieran en las fiestas Axe Bahía, porque era incapaz de intentar un solo paso de sus estúpidas coreografías sin terminar en el suelo con el pie en la boca y el brazo debajo de la rodilla; por eso cuando estoy en la pista de baile, tengo que sacar el brazo por la ventana para indicar al resto de la gente que voy a girar a la izquierda o a la derecha.
Entonces, me digo, no existe explicación lógica para el hecho de que se me haya ocurrido meterme a una clase X en el gimnasio, sabiendo que cualquiera de ellas, ya sea steps (gay), afro (recontra gay) o aeróbicos (Flashdance-like gay) requiere de un máximo de coordinación, ritmo y sabrosura, cosas de las que carezco.
Pero ahí estaba, un viernes por la tarde, recién bajadito del trabajo, con mi equipo de batalla (buzo, toalla y botella de suero) parado en medio del salón de Tae-Bo, rodeado de unas cuantas mamitas ricas y apretaditas, un montón de señoras de aquellas que compran ropa a medida y mis siempre confiables amigos de la chamba con los que pensaba compartir la vergüenza (qué sería de uno sin los amigos?).
Y entonces hace su aparición Álvaro, el instructor, híbrido de Jane Fonda y personaje de Street Fighter, que asumo, es lo que se espera de un instructor de Tae-Bo: ni tan rudo ni tan gay sino término medio, para no espantar a los miembros de ningún género. Vestido como luchador de Vale Todo pero con una pañoleta en la cabeza, Álvaro saluda a todos y se sube a la plataforma del instructor, no sin antes preparar el equipo de sonido (porque una de estas clases sin música es algo así como un lomo saltado sin arroz, razón por la cual no me piacen las clases de Karate). Acto seguido procede a explicarnos los 2,500 distintos tipos de golpe que usaremos, momento en el cual mi cerebro reacciona y me dice "carajoenquemiércolestemetistepedazodeimbécil!".
Mientras mi cerebro grita "Sal de aquí! Sal de aquí! Finge naúseas! O un calambre!" y mi cuerpo opta por quedarse agarrotado, Álvaro enciende el equipo y comienza con unas rutinas básicas. Mi cerebro se da cuenta que ahora es demasiado tarde para huir, le da una palmadita en el hombro a mi cuerpo y le dice, cachaciento: "Hasta aquí llego yo. Estás en control."
Sin escapatoria, sin marcha atrás, trato de copiar los movimientos del instructor. Mira tú, no es tan difícil como pensaba! Puño acá, puño allá, puño acá, puño allá, saltito, saltito. Repetir. Facilito, ingeniero! Tantos años de carrera no fueron en vano. Ponle número a cada movimiento y se te hace más fácil. Un dos, un dos, uno, dos. Caray, ya soy todo un experto en esto, 44 minutos más nomás y se termina.
De pronto la música se pone más rápida y Álvaro empieza a cambiar los movimientos. Recto recto, jab jab, upper upper, rodillazo rodillazo, patada al lado, salto salto y ahora gira infeliz y repítelo pero para el otro lado y acabo de meterle una patada en la canilla a uno de mis patas menos mal que no fue a la flaquita simpaticona de adelante si no laca laca. Carajo, cuántos minutos van? 5 recién? La con!
Ahora Álvaro hace saltos extraños, mete golpe para todos lados, rodillazos, uppers, jabs y rectos y puta madre ya me perdí qué le pasa a este pata alguien puede decirle que vaya más despacio???
Estoy a unos cuantos segundos de tirar la toalla, me he quedado completamente quieto y trato de repetir mentalmente la secuencia de pasos que está haciendo Jane Fonda antes de empezar a moverme, mientras el resto del salón sigue saltando. Ya! Ya entendí! Tengo la secuencia de pasos en mi mente y comienzo a repetirlos y no me jorobes maldito ya cambiaste los pasos otra vez????
Ok, chico listo, reacciona. Mejor quédate quieto hasta que el instructor cambie de nuevo los pasos. Ya, vamos con todo. Eso Rojo, ya le agarraste el truquito, ahi tá, patea, patea, salta, salta, y de nuevo cambió la rutina y ya me perdí.
La vergüenza está a punto de asesinarme. Y qué es lo que uno hace cuando está avergonzado? Sí, adivinaron. Miras alrededor, a ver si es que alguien se ha dado cuenta de la o las estupideces que estás haciendo (como cuando la Gerenta de Servicios Generales se dio cuenta del momento exacto en que un pedazo de Cheesecake saltaba de mi plato a mi cara, pero esa es otra historia).
Y entonces, miré alrededor. Y perdí toda vergüenza.
La mayoría estaba tan en la reverenda calle como yo (para mis lectores extranjeros, "estar en la calle" quiere decir lo mismo que "estar tan perdido como Adán el día de la madre"). Las tías XXXL, algunas de las mamis y sobre todo mis amigos, todos hacían su mejor esfuerzo por seguir los pasos pero terminaban, al igual que yo, haciendo el ridículo.
Mi cerebro sonrió, y mi cuerpo, ya relajado, volvió a ponerse en movimiento, dispuesto a seguir haciendo el ridículo.
Entonces, me digo, no existe explicación lógica para el hecho de que se me haya ocurrido meterme a una clase X en el gimnasio, sabiendo que cualquiera de ellas, ya sea steps (gay), afro (recontra gay) o aeróbicos (Flashdance-like gay) requiere de un máximo de coordinación, ritmo y sabrosura, cosas de las que carezco.
Pero ahí estaba, un viernes por la tarde, recién bajadito del trabajo, con mi equipo de batalla (buzo, toalla y botella de suero) parado en medio del salón de Tae-Bo, rodeado de unas cuantas mamitas ricas y apretaditas, un montón de señoras de aquellas que compran ropa a medida y mis siempre confiables amigos de la chamba con los que pensaba compartir la vergüenza (qué sería de uno sin los amigos?).
Y entonces hace su aparición Álvaro, el instructor, híbrido de Jane Fonda y personaje de Street Fighter, que asumo, es lo que se espera de un instructor de Tae-Bo: ni tan rudo ni tan gay sino término medio, para no espantar a los miembros de ningún género. Vestido como luchador de Vale Todo pero con una pañoleta en la cabeza, Álvaro saluda a todos y se sube a la plataforma del instructor, no sin antes preparar el equipo de sonido (porque una de estas clases sin música es algo así como un lomo saltado sin arroz, razón por la cual no me piacen las clases de Karate). Acto seguido procede a explicarnos los 2,500 distintos tipos de golpe que usaremos, momento en el cual mi cerebro reacciona y me dice "carajoenquemiércolestemetistepedazodeimbécil!".
Mientras mi cerebro grita "Sal de aquí! Sal de aquí! Finge naúseas! O un calambre!" y mi cuerpo opta por quedarse agarrotado, Álvaro enciende el equipo y comienza con unas rutinas básicas. Mi cerebro se da cuenta que ahora es demasiado tarde para huir, le da una palmadita en el hombro a mi cuerpo y le dice, cachaciento: "Hasta aquí llego yo. Estás en control."
Sin escapatoria, sin marcha atrás, trato de copiar los movimientos del instructor. Mira tú, no es tan difícil como pensaba! Puño acá, puño allá, puño acá, puño allá, saltito, saltito. Repetir. Facilito, ingeniero! Tantos años de carrera no fueron en vano. Ponle número a cada movimiento y se te hace más fácil. Un dos, un dos, uno, dos. Caray, ya soy todo un experto en esto, 44 minutos más nomás y se termina.
De pronto la música se pone más rápida y Álvaro empieza a cambiar los movimientos. Recto recto, jab jab, upper upper, rodillazo rodillazo, patada al lado, salto salto y ahora gira infeliz y repítelo pero para el otro lado y acabo de meterle una patada en la canilla a uno de mis patas menos mal que no fue a la flaquita simpaticona de adelante si no laca laca. Carajo, cuántos minutos van? 5 recién? La con!
Ahora Álvaro hace saltos extraños, mete golpe para todos lados, rodillazos, uppers, jabs y rectos y puta madre ya me perdí qué le pasa a este pata alguien puede decirle que vaya más despacio???
Estoy a unos cuantos segundos de tirar la toalla, me he quedado completamente quieto y trato de repetir mentalmente la secuencia de pasos que está haciendo Jane Fonda antes de empezar a moverme, mientras el resto del salón sigue saltando. Ya! Ya entendí! Tengo la secuencia de pasos en mi mente y comienzo a repetirlos y no me jorobes maldito ya cambiaste los pasos otra vez????
Ok, chico listo, reacciona. Mejor quédate quieto hasta que el instructor cambie de nuevo los pasos. Ya, vamos con todo. Eso Rojo, ya le agarraste el truquito, ahi tá, patea, patea, salta, salta, y de nuevo cambió la rutina y ya me perdí.
La vergüenza está a punto de asesinarme. Y qué es lo que uno hace cuando está avergonzado? Sí, adivinaron. Miras alrededor, a ver si es que alguien se ha dado cuenta de la o las estupideces que estás haciendo (como cuando la Gerenta de Servicios Generales se dio cuenta del momento exacto en que un pedazo de Cheesecake saltaba de mi plato a mi cara, pero esa es otra historia).
Y entonces, miré alrededor. Y perdí toda vergüenza.
La mayoría estaba tan en la reverenda calle como yo (para mis lectores extranjeros, "estar en la calle" quiere decir lo mismo que "estar tan perdido como Adán el día de la madre"). Las tías XXXL, algunas de las mamis y sobre todo mis amigos, todos hacían su mejor esfuerzo por seguir los pasos pero terminaban, al igual que yo, haciendo el ridículo.
Mi cerebro sonrió, y mi cuerpo, ya relajado, volvió a ponerse en movimiento, dispuesto a seguir haciendo el ridículo.
lunes, junio 18, 2007
Para Trulycienta, con cariño
Querida Trulycienta:
En vista y considerando que mueres por unas rosquitas de Cajamarca, y dado que por ahora me es un poco difícil ir a Porcón y luego viajar a Lima a darle el alcance a tu abuelo para entregárselas antes de que viaje adonde tú estás (lugar que por cierto no tengo ni idea de cuál es con exactitud, quizás lo hayas mencionado en algún post antiguo pero no soy de aquellos que se ponen a leer TODOS los posts antiguos de los blogs que frecuentan, es más, si tuviera que leer mi propio blog por completo me daría flojera), he hecho lo siguiente:
El día sábado me dirigí a la panadería Campos, panadería que es LA PANADERÍA de Cajamarca, o sea, un lugar tremendamente tradicional, algo así como Belgravia en Lima (y a tí lector que no conoces Belgravia, entérate que no sólo existen San Antonio y Don Mamino), y compré una bolsa de exquisitas rosquitas, que son LAS ROSQUITAS, o sea, las de Porcón son un chancay de a medio al lado de estas.
No, baby, no te emociones, no las voy a guardar para mandártelas cuando pueda, sino terminarían llegándote hechas harina. En lugar de eso, te pongo la foto del paquete acá en el blog para que te alucines comiéndotelas y al menos sacies un poco las ganas que tienes (de comerte las rosquitas, mal pensada). Lo único que necesitarás es hacer un gran esfuerzo para imaginarte que te las estás comiendo, pero una vez que lo logres vas a ver que te sentirás muy bien. Y yo, que haré con el paquete, preguntas? Aún no lo abro, pero lo más probable es que lo haga mañana por la mañana a la hora del desayuno (el lunes pongo una foto de las rosquitas en vivo y en directo, sale?).
Y bueno, si más adelante quieres probarlas de veritas de veritas puedes hacer una de dos cosas: a)Me explicas como te las hago llegar hasta donde estás, compro un paquete nuevo y te lo mando, o b) Te vienes en algún momento a Cajamarca, de preferencia antes de agosto porque se supone que ese mes yo me regreso a Lima. Por cierto, para ese entonces ya habrán pasado los 2 meses que faltan jojojojo... ejem, disculpa, ese fue un pequeño lapsus :P
Ya sabes, date una vuelta el lunes por acá para que veas la otra foto.
Besos
El Rojo (alias Rojoberto)
UPDATE: No, lamento comunicarte que no me comí las rosquitas en el desayuno sino que las llevé a la oficina... y pos ahora no queda ni una sola... ni para la foto. Pero te puedo decir que sí, estaban exquisitas.
En vista y considerando que mueres por unas rosquitas de Cajamarca, y dado que por ahora me es un poco difícil ir a Porcón y luego viajar a Lima a darle el alcance a tu abuelo para entregárselas antes de que viaje adonde tú estás (lugar que por cierto no tengo ni idea de cuál es con exactitud, quizás lo hayas mencionado en algún post antiguo pero no soy de aquellos que se ponen a leer TODOS los posts antiguos de los blogs que frecuentan, es más, si tuviera que leer mi propio blog por completo me daría flojera), he hecho lo siguiente:
El día sábado me dirigí a la panadería Campos, panadería que es LA PANADERÍA de Cajamarca, o sea, un lugar tremendamente tradicional, algo así como Belgravia en Lima (y a tí lector que no conoces Belgravia, entérate que no sólo existen San Antonio y Don Mamino), y compré una bolsa de exquisitas rosquitas, que son LAS ROSQUITAS, o sea, las de Porcón son un chancay de a medio al lado de estas.
No, baby, no te emociones, no las voy a guardar para mandártelas cuando pueda, sino terminarían llegándote hechas harina. En lugar de eso, te pongo la foto del paquete acá en el blog para que te alucines comiéndotelas y al menos sacies un poco las ganas que tienes (de comerte las rosquitas, mal pensada). Lo único que necesitarás es hacer un gran esfuerzo para imaginarte que te las estás comiendo, pero una vez que lo logres vas a ver que te sentirás muy bien. Y yo, que haré con el paquete, preguntas? Aún no lo abro, pero lo más probable es que lo haga mañana por la mañana a la hora del desayuno (el lunes pongo una foto de las rosquitas en vivo y en directo, sale?).
Y bueno, si más adelante quieres probarlas de veritas de veritas puedes hacer una de dos cosas: a)Me explicas como te las hago llegar hasta donde estás, compro un paquete nuevo y te lo mando, o b) Te vienes en algún momento a Cajamarca, de preferencia antes de agosto porque se supone que ese mes yo me regreso a Lima. Por cierto, para ese entonces ya habrán pasado los 2 meses que faltan jojojojo... ejem, disculpa, ese fue un pequeño lapsus :P
Ya sabes, date una vuelta el lunes por acá para que veas la otra foto.
Besos
El Rojo (alias Rojoberto)
UPDATE: No, lamento comunicarte que no me comí las rosquitas en el desayuno sino que las llevé a la oficina... y pos ahora no queda ni una sola... ni para la foto. Pero te puedo decir que sí, estaban exquisitas.
Qué tal imbéeecil!
El 4 de junio cumplí un año bloggeando. Si Dragón no me mencionaba el tema, probablemente me hubiera enterado en julio. Después se preguntan por qué me olvido de los cumpleaños de mis amigos. En fin... ahora, felicítenme, mínimo, no?
Rojoberto
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Me Myself and El Rojo
sábado, junio 16, 2007
Amanecer En Cajamarca
Y qué quieren que les diga? Cuando el día empieza así, a cualquiera le dan ganas de ir a trabajar...
miércoles, junio 13, 2007
Denisse está más buena que el pan
Mientras llega ese post maldito que sigue sin dejarse escribir (creo que necesito estar en cierto estado mental para poder cubrir los vacíos de los que está lleno), aquí un post extremadamente superficial.
Denisse se viste pésimo. Tan mal que hasta puede competir con Avril Lavigne (porque perdónenme, pero Avril Lavigne se viste hasta las huevas, y si no me creen, que lo diga la Seren que ella sabe de esas cosas).
Denisse no es precisamente lo que en Perú conocemos como "cuero". De hecho, le doy la razón a aquel mexicano que comentó en alguna página web que la chica tiene pinta de _________ (rellena tú el espacio porque este blog es un blog 100% limpio, apto para todo público).
Pero que podemos hacerle? Me encanta Denisse, me encanta su voz... y me encanta la música de la banda. Podré dejar de decir "me encanta" algún día?
Denisse se viste pésimo. Tan mal que hasta puede competir con Avril Lavigne (porque perdónenme, pero Avril Lavigne se viste hasta las huevas, y si no me creen, que lo diga la Seren que ella sabe de esas cosas).
Denisse no es precisamente lo que en Perú conocemos como "cuero". De hecho, le doy la razón a aquel mexicano que comentó en alguna página web que la chica tiene pinta de _________ (rellena tú el espacio porque este blog es un blog 100% limpio, apto para todo público).
Pero que podemos hacerle? Me encanta Denisse, me encanta su voz... y me encanta la música de la banda. Podré dejar de decir "me encanta" algún día?
Foto cortesía de Luis Montemayor en Flickr (crédito a quién se lo merece, no creen?)
Y el video, cortesía de YouTube:
Por tí - Belanova
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Donde hay música,
Ella es...
lunes, junio 11, 2007
El Rojo vuelve ya (Pepsi lo trae)
Que yo haya dejado de bloggear por tantos días debe ser para muchos de ustedes una señal de que algo debe haberme pasado. Lamento decepcionarlos, señores; debo confesarles que no postear para mí es una señal inequívoca de que estoy metido al 200% en el trabajo. Estos días en el laburo han sido de los más estresantes que me ha tocado vivir desde que estoy en Cajamarca. Pero saben? Tiene su lado divertido. Creo que mucho tiene que ver no sólo con el hecho de que me encanta el trabajo que estoy haciendo sino que el ambiente en la oficina es lo más parecido a una sitcom que uno pueda encontrar (pero tristemente, sin las caídas al suelo). Y bueno, menos mal, sino probablemente ahorita estaría golpeando mi cabeza contra la pared.
En fin, tengo bastantes historias que contar, pero estoy de nuevo en esa fase en la que los posts no son nada más que una serie de ideas sueltas a las que hay que darle forma. Y para ello necesito tiempo. Tristemente, cuando salgo de trabajar lo único que quiero es entretenerme viendo Scrubs, escuchando alguno que otro Podcast o jugando Zelda (juego que por fin terminé, después de varios meses... aunque en horas de juego apenas fueron unas 7o).
Así, amables lectores, estén al tanto de este su amable blog, que muy pronto volveré para postear con furia las mismas estupideces a las que los tengo acostumbrados. Ya falta poco!
En fin, tengo bastantes historias que contar, pero estoy de nuevo en esa fase en la que los posts no son nada más que una serie de ideas sueltas a las que hay que darle forma. Y para ello necesito tiempo. Tristemente, cuando salgo de trabajar lo único que quiero es entretenerme viendo Scrubs, escuchando alguno que otro Podcast o jugando Zelda (juego que por fin terminé, después de varios meses... aunque en horas de juego apenas fueron unas 7o).
Así, amables lectores, estén al tanto de este su amable blog, que muy pronto volveré para postear con furia las mismas estupideces a las que los tengo acostumbrados. Ya falta poco!
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Del laburo,
Me Myself and El Rojo
domingo, junio 03, 2007
29.99
Se suponía que estaría en Lima para cuando cumpliera 30. Había planeado la juerga del año, no, la juerga de mi vida con mi familia y mis amigos. Es que, no todos los días un hombre cumple 30. Cuando un hombre cumple 30, deja de ser un joven adulto: se vuelve un adulto de verdad, entra en otro segmento de las encuestas y supuestamente su potencia sexual empieza a disminuir (sí, claro). Pero eso no es lo importante, muchacho. Lo importante es que, cuando llega ese momento, empiezas a mirar hacia atrás, a examinar tu vida y a pensar en las cosas que has logrado en las últimas tres décadas; pero más importante aún, piensas acerca de las que DEBERÍAS haber logrado. Estoy casado? Tengo hijos? Carro? Casa propia? Perro? Home theater? Un Nintendo Wii? Si el hombre puede responder "sí" a más de 2 de esas preguntas, puede considerarse merecedor de tener 30. Si no, tal vez es hora de que empieces a tomarte la vida más en serio, no crees, muchacho?
Pero saben qué? En este instante, nada de eso me preocupa demasiado (bueno, lo de la casa, el perro y el Nintendo Wii sí, pero no tanto como para que no me deje dormir). Estoy pasando por el mejor momento de mi vida. I creo que estoy caminando en la dirección correcta: MI DIRECCIÓN. Quizá no he hecho algunas de las cosas que un tipo promedio de mi edad ha hecho, quizá no seré el candidato perfecto para "padre-esposo del año" en el 2010, pero estoy orgulloso de lo que he hecho hasta ahora.
Se suponía que estaría en Lima para cuando cumpliera 30. Pero las circunstancias actuaron en contra de mis deseos y terminé quedándome en Cajamarca para celebrar ese momento que parece definir la vida de todo hombre. Por eso, aunque el calendario no se ha detenido por mí, he tomado una decisión. No tendré 30 hasta que pueda celebrar ese cumpleaños con la gente que quiero. Para mí, eso era lo más importante de cumplir 30.
Hasta entonces, tendré 29.99.
Escuchando: Don't stop believin' - Journey
Nota: Mi cumple fue el 1 de junio.
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