Continúa...
En realidad las cataratas de Bayoz no fueron nada espectacular... que me disculpe la gente de Chanchamayo, pero en realidad no ví nada que hiciera que estas aguas destacaran sobre las que hay en otros sitios. Creo que lo que me hace pensar así es el hecho de saber que estas cataratas están en un lugar muy accesible, saber que mucha gente las ve diariamente, no las envuelve ningún aura de misterio, no hay que caminar durante horas para llegar a ellas... cosas mías... igual les pongo una foto.
Ya cuando anochecía (y yo algo decepcionado) bajamos hacia donde nos esperaba la camioneta para regresar a la Merced. Un grupo se fue un rato para conocer el Velo de la Novia (otra cascada), pero los demás nos quedamos en el punto de encuentro mientras terminaba de oscurecer.
Una vez que todos habían regresado trepamos a la camioneta, yo como siempre en la tolva con mi pata Jorge y con el guía. Se nos unió una señora que, además de ser de la familia dueña de los terrenos donde están las dos cataratas, es la encargada de controlar el ingreso a éstas (previo pago de un sol), y además atiende un puestito donde vende agua, gaseosas y chucherías. Y junto a ella venía un cachorro... mmm, ni idea de que raza sería, pero el muchacho respondía al nombre de Tyson. Tyson se acomodó lo mejor que pudo, conchudísimo, acurrucándose a mis pies.
En el camino, mientras jugueteaba un rato con el chucho, nos percatamos de una que otra estrella que tímidamente iba apareciendo en el cielo. La señora y Tyson se despidieron de nosotros en un pueblo cercano cuyo nombre no recuerdo (ya lo buscaré y lo pondré). Minutos después ya estábamos de vuelta en la carretera, rumbo a La Merced. Para ese momento el cielo ya estaba salpicado de estrellas, como si alguien hubiera sacudido una brocha con pintura amarilla contra él. La vista era realmente espectacular, me recosté en la tolva, no me importaba el frío maldito, solo me importaba contemplar ese cielo todo el tiempo que fuera posible. Una vista sencillamente increíble, algo que uno no puede ver en esta gris ciudad con su cielo color rata. Lamentablemente mi pobre cámara no está capacitada para hacer algo como tomar una foto del cielo, así que tendrán que usar su imaginación (no creo que sea muy difícil, basta con poner un pie fuera de esta ciudad para saber lo que es un cielo estrellado).
Al rato, lamentablemente, el frío me hizo acordar de que estaba con manga corta y lo único que quería era llegar a La Merced.
Terminamos el paseo en una procesadora de Café (Green Gold), degustando (y comprando) licor de café y de cacao. Y tomando café caliente, por supuesto... ¡¡¡q rico!!! ¡¡¡Que viva el café!!! ¿No es lo máximo el café? CAFE: Caliente, amargo, fuerte y escaso.
Fue un bonito día.
Continuará... (¿o no?)
2 comentarios:
A mí esas cataratas me parecen muy lindas... Al menos x tu foto ;)
hey Rojo, saludo que hayas realizado este viaje a CHanchamayo, bueno queria hacerte partcicpe de un nuevo blog, asi la gentita la puede comentar tambien:
http://chanchamayogay.blogspot.com/
un abrazo.
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